José Ramiro Cruz, DSc. Consultor y Conferencista Independiente; Socio Honorario del Grupo Cooperativo Iberoamericano de Medicina Transfusional; Miembro del Comité de Educación de la Sociedad Africana de Transfusión Sanguínea
Esta presentación discute la importancia de la hemovigilancia y de los servicios pre transfusionales en la seguridad transfusional. Para iniciar, se presenta el concepto de seguridad sanguínea, la cual implica la donación altruista de sangre, la aplicación de pruebas de laboratorio pertinentes y precisas, y la preparación adecuada de hemocomponentes. Alcanzar esta meta requiere la capacitación de personal, la gobernanza y supervisión de los servicios de sangre, así como de la investigación y colaboración entre las partes interesadas. La expresión local de perseguir la seguridad sanguines y de enfocarse en las personas que donan sangre y en quienes la reciben, mientras se hace uso eficiente de los recursos locales, es la seguridad transfusional. La máxima seguridad transfusional se logra aplicando principios éticos, guías clínicas localmente pertinentes y medidas de aseguramiento de la calidad. Por lo tanto, la seguridad transfusional incluye la suficiencia de los productos, el acceso oportuno a ellos, y su apropiada aplicación. La segunda parte de la presentación discute las formas de evaluar la seguridad transfusional y hace referencia al concepto tradicional de hemovigilancia, originado en Francia a raíz de la crisis de VIH/SIDA del siglo pasado. Como consecuencia, la hemovigilancia tradicional se preocupa por identificar los resultados inesperados e indeseables de las transfusiones. En esta plática se reitera y enfatiza la necesidad de vigilar y documentar primordialmente los resultados deseables y esperados de las operaciones de nuestros servicios de sangre, desde la educación y reclutamiento de donantes altruistas, hasta la evaluación clínica de los pacientes. Así mismo, se proponen los instrumentos necesarios para identificar nuestras necesidades locales, y para definir claramente nuestros propósitos, procesos y metas pertinentes. Por último, y para enfatizar el cuidado de los pacientes, se hace referencia a la estrategia conocida como Gestión de Sangre del Paciente, que persigue asegurar la máxima protección de los pacientes hospitalizados y se discute el papel que los laboratorios de diagnóstico clínico juegan en promover la aplicación apropiada de hemocomponentes y documentar su impacto clínico. Como ejemplo de las necesidades actuales, se presentan datos de mortalidad materna intrahospitalaria asociada a complicaciones hemorrágicas del parto en Guatemala.